Año 2002. Square-Soft (la actual Square-Enix) y Disney Interactive deciden hacer un juego de rol conjunto, uniendo ambos universos. Al comienzo, el protagonista iba a ser Mickey, al final fue un ser humano. Al comienzo ese humano iba a llevar como arma una motosierra, al final llevó una misteriosa llave espada. Y como estos dos ejemplos, hubo miles de cambios desde esa primera idea en un ascensor hasta que Kingdom Hearts salió al mercado, convirtiéndose en el principio de una saga JRPG que no ha hecho más que crecer (aunque con sus numerosos altibajos y entregas prescindibles); convirtiéndose actualmente en una de las sagas de rol japonés más disfrutadas y seguidas en el mundo, y parte de ese éxito se debe al gran primer juego del que hablamos hoy.
Hay tanto que aprender... y tú entiendes tan poco
En Kingdom Hearts seguimos los pasos de Sora, un joven de catorce años que pasa los días junto con sus amigos Riku y Kairi en la islas del destino. El sueño del trío es salir de allí y viajar por los distintos mundos, por lo que están preparando una balsa para poder cumplir su objetivo. Lamentablemente, una noche antes de partir, aparece una misteriosa tormenta, destruyendo todo a su paso y, después de ver como sus amigos desaparecen misteriosamente, Sora es tragado por una especie de agujero negro, despertándose en otro mundo.
A su vez, en el castillo Disney, el rey Mickey ha desaparecido, dejando a todo el reino preocupado, entre ellos al mago de la corte, Donald, y al capitán de los caballeros reales, Gooffy; que son los elegidos para buscar al portador de una misteriosa llave, la última esperanza de un desastre que se cierne en todos los mundos, causa que ha hecho que el rey vaya a investigar.
Azar del destino, el portador de la misteriosa llave resulta ser Sora, invocándola durante el incidente de las islas, por lo que le toca ir junto con Donald y Gooffy por todos los mundos buscando a sus amigos desaparecidos e intentando destruir la oscuridad, la cual amenaza con destruir todo, incluido su hogar.
La magia de Disney junto con la epicidad de Square-Soft
Uno de los prejuicios más importantes que puedes tener con este juego es que al ser de Disney puede llegar a ser infantil. Ni mucho menos. Dentro de Kingdom Hearts se encierra una historia muy profunda, sobre todo en posteriores entregas, y Disney y sus mundos y personajes son una mera excusa dentro del universo creado en el juego, por lo que no es recomendable tener prejuicios antes de empezar. Otro de los aspectos que nos demuestran que no es un juego infantil, es su dificultad, ya que es un verdadero reto pasárselo al completo, dándonos algunos jefes finales más de un dolor de cabeza (¡Ay, Maléfica!... qué asquito te llegué a coger).
Centrándonos en la jugabilidad, nos encontramos con un JRPG de combates en tiempo real, alejándose de los combates por turnos característicos de la franquicia madre de Square-Soft. Y la verdad es que le sienta genial, dándonos combates trepidantes, ya sea contra esbirros débiles o contra complicados jefes finales, teniendo que buscar un patrón de ataque de los mismos para poder vencerlos. Con este fin tenemos a nuestra disposición el ataque básico con la llave espada, hechizos que iremos aprendiendo poco a poco, invocaciones de personajes célebres de Disney (como Simba o Dumbo) que nos ayudarán en nuestro periplo, y habilidades que podremos activar al ir subiendo de nivel, que nos permitirán desde hacer volteretas o saltar más alto, a potentes combos y ataques poderosísimos que serán claves en las últimas fases del juego.
Como bien hemos dicho en la sinopsis del juego, nuestros protagonistas deberán ir de mundo en mundo buscando a los amigos de Sora y acabando con la oscuridad que asola al universo, y para moverse por dichos mundos dispondrás de la nave gumi, que tendrás que pilotar, como si de un juego de Starfox se tratase, para poder llegar a tu destino, esquivando obstáculos y destruyendo naves enemigas. Además, en nuestro viaje iremos encontrando bloques gumi que podremos usar para ir modificando nuestra nave. Aunque está bien y sirve para darnos un respiro de tanta batalla, le falta aspectos por pulir, sobre todo en lo relacionado a la creación y modificación de la nave gumi.
Y para terminar, hay que decir que es un juego muy largo, algo normal en un juego de rol, ya que además de la historia principal hay un montón de tareas secundarías a cumplir, como, por ejemplo la colección de los 101 dálmatas, los iconos trío, la creación de las llaves espada y, sobre todo, llevar a Sora a su nivel máximo, en el que será una auténtica máquina de matar. ¿Te parece poco aliciente? Pues te adelanto que si te pasas el juego al completo, salvo que te lo pases en modo fácil, se desbloqueará un final secreto que te adelantará hechos de próximas entregas.
Déjate llevar por el comienzo de la magia
Personalmente, es el juego que me robó el corazón de niño, y aún lo sigue haciendo, jugándolo como mínimo una vez al año. Al meter el disco te encontrarás con un mundo de magia y aventuras, de drama y comedia. En fin, un mundo que no podrás olvidar. Aviso, como empecéis ya no os podréis resistir al resto de la saga, así que prepararos adecuadamente, coged la llave espada, ¡y a salvar el mundo!
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