¡Primer análisis de un videojuego en Escape Society!, y empezamos ni más ni menos que con Pokémon XY, primer juego de la saga en Nintendo 3DS, y el juego que inicia la sexta generación de las aventuras de los monstruos coleccionables. ¿Nos acompañas en esta aventura?
Bienvenido a Kalos
Como bien pone en el título, los sucesos de Pokémon XY ocurren en una nueva región, la de Kalos, claramente inspirada en Francia. Después de elegir si somos chico o chica, nuestro color de piel (cosa novedosa en la saga), y nuestro nombre, empezamos nuestra aventura, como siempre, en nuestra casa; y después de cambiarnos de ropa, salimos en busca de nuestro primer Pokémon, solo que en vez de dárnoslo el profesor de Kalos, esta vez son cuatro chicos que nos acompañaran en nuestra aventura los que nos dan a elegir entre Froakie (la rana de tipo agua), Chespin (una especie de erizo de tipo planta), y Fennekin (el zorro de tipo fuego).
A partir de ahí empieza la aventura de siempre: conseguir las ocho medallas, vencer al equipo que quiere poner en jaque a la humanidad y proclamarnos campeones de la legendaria Liga Pokémon. En resumen, lo habitual en Pokémon, ¿o no?
Mucho más que una entrega normal
Hay tres cosas que no se les puede negar a Pokémon XY: el impresionante salto gráfico en comparación con las entregas anteriores, las nuevas mecánicas que se incorporaron y la megaevolución.
Empecemos por esto último. Hasta aquel entonces si queríamos hacer un equipo decente, por no decir competitivo, teníamos que tener extremo cuidado en la naturaleza del Pokémon, las IVs, en que tu equipo tenga un buen equilibrio de tipos y el set de ataques de tus Pokémon, pero en XY se añadieron dos cosas muy interesantes: el super entrenamiento y el Pokerecreo.
Si tuviese que elegir uno, diría que el superentrenamiento es el más útil de los dos, ya que a base de minijuegos consigues que las estadísticas base de un Pokémon (velocidad, ataque, ataque especial,...) aumenten hasta cierto punto, lo que hace que, por ejemplo, entre tu Charmander y el Charmander de un entrenador, ambos del mismo nivel, haya cierta diferencia.
Luego tenemos el Pokerecreo, que a base de juegos y caricias en la pantalla táctil como si de un Nintendogs se tratase, consigues que la amistad entre el entrenador y el Pokémon aumente. Lo que a su vez hace que haya más posibilidad de que dicho Pokémon haga un ataque crítico. Sí, no es tan útil como el superentrenamiento, pero también es cierto que te puede sacar de más de un apuro.
Ahora pasemos a la segunda característica destacable: el salto gráfico. Una de las cosas que más se criticaron a las generaciones de DS es que parecía que no sacaban a relucir el verdadero potencial de la consola, pareciendo que solo había una leve mejoría entre esas generaciones y las de Game Boy Advance (esto fue más notable en la cuarta generación que en la quinta). A partir de estas críticas, todos esperábamos que Game Freak tomase nota con 3DS y pusiese más esmero en este aspecto, y vaya si lo hizo...
Un entorno totalmente tridimensional, la posibilidad de sentarte en bancos o asientos (parecerá una tontería, pero se echaba en falta), metrópolis gigantescas, posibilidad de montarse en Pokémon, pistas de patinaje y, sobre todo, combates en los que los Pokeémon se mueven como si fuesen reales (no las imágenes paradas a las que estábamos acostumbrados). Todo esto hizo que viésemos el universo Pokémon desde una nueva perspectiva, y las quejas de antaño de que la saga era muy descuidada en el apartado técnico, tuvieron que desaparecer por méritos propios. Miedo me da lo que pueda evolucionar de cara a la séptima generación.
Y llegamos al plato fuerte: la megaevolución. Hasta aquel momento ciertos Pokémon tenían la posibilidad de evolucionar si cumplían ciertas características, como el nivel o la amistad, pero ahora en los combates algunos tienen la posibilidad de tener una transformación temporal, lo que hace que sus características suban salvajemente y se convierta en el pilar del equipo. Atención, porque solo se podrá hacer una megaevolución por combate, por lo que mucho cuidado sobre qué Pokémon quieres evolucionar y en qué momento, ya que decidir bien o mal es lo que puede hacer que ganes o pierdas una partida.
¿Son todo cosas buenas?
No nos equivoquemos, Pokémon XY no es un juego perfecto, ni mucho menos, ya que hay cosas que se echan de menos de anteriores entregas, siendo la más destacable la dificultad. La saga Pokémon nunca se ha caracterizado por ser el reto mas difícil del mercado videojueguil, pero al menos había veces que nos sentíamos obligados a entrenar durante algunas horas a nuestros Pokémon para poder superar los retos que nos venían a continuación, o sentíamos temor cuando íbamos a entrar por primera vez a la Liga Pokemon, pensando con preocupación si el equipo que te había acompañado durante toda la aventura era suficiente para derrotar a los cinco entrenadores que había tras esas puertas.
En mi opinión, eso en Pokémon XY desaparece, habiendo notado una bajada de dificultad considerable, en gran parte debida a una evolución del objeto Repartir Experiencia en la que ya no hace falta elegir a qué Pokémon se lo quieres dar, sino que ya todos los de tu equipo saldrán beneficiados, lo que hace que el leveleo sea muchísimo más sencillo y que la aventura principal sea un simple paseo. No se si Game Freak ha hecho esto para atraer al público joven que no conocía la saga, pero los que llevamos toda la vida con ella esperamos un reto como los de las primeras generaciones para los próximos juegos, no podemos esperar a luchar en el modo online al final del juego para poder esperar un verdadero reto.
Conclusiones
Si tienes una Nintendo 3DS, Pokémon XY es uno de esos juegos imprescindibles que debes tener. Tiene fallos, sí, pero eso no empaña en absoluto la impresión general, en la que nos lo pasaremos como niños recorriendo una región completamente nueva (con más de una sorpresa), desde un punto de vista totalmente novedoso. Le falta dificultad, pero teniendo en cuenta el muy correcto modo online y los nuevos modos superentrenamiento y Pokerecreo que hacen aun más profundo la creación de un equipo competitivo, tampoco es un lastre para los que quieran un reto. Además, la megaevolución añade un nuevo componente estratégico al juego.
En definitiva, sentaros, coged vuestra consola y disfrutad una vez más de la aventura Pokémon.
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