Muchos años hace que la última obra de este fantástico dúo finalizó en las páginas de la Weekly Shonen Jump, pero ya ha dejado de ser denominada "la última", debido a que hace relativamente poco, se anunció en la misma revista que Tsugumi Ohba y Takeshi Obata vuelven a la carga.
Como sabréis, este nuevo cómic llevará por nombre Platinum End, y tratará sobre un humano y un angel. Para saciar las ganas y espectativas de los más acérrismos fans, se ha publicado en la Shonen Jump el prólogo de dicha historia que, si aún no sabéis, se publicará en la Jump SQ el 4 de noviembre.
Una clase de instituto, chicos riéndose e intercambiando palabras y frases. En el centro de esta, un chico cabizbajo se encontraba sentado. Tras terminar la ceremonia de graduación, el joven se dirige a una tienda, aparentemente un supermercado, donde roba ciertos comestibles. Un piso de proporciones exageradas se alza ante él, para poco después entrar y subir en el ascensor a la azotea, lugar prohibido. Allí, acercándose a la cornisa del edificio, con los ojos medio cerrados, el viento zarandeando su pelo y una media sonrisa, alega "Ya es hora de morir. Quería ser feliz." Tras esas palabras, se precipita al inmenso vacío que le espera hasta el duro y frío asfalto. "Estoy... consciente" Duda, por un segundo, con los ojos cerrados. Unos planteamientos sobre la existencia del cielo o el inferno y la importancia sobre la muerte llenan su mente; y asegura que ya no está en este mundo pero, "¿Qué está pasando?", se pregunta. Justo después abre los ojos y una gran cantidad de plumas flotan a su alrededor.
Obviando la idea de que el salvador, o la salvadora, del protagonista sea un angel, por la mera razón de que la historia trata sobre dicho ser; debemos adentrarnos en la idea de por qué este ente decide suicidarse.
La evolución del protagonismo
Si observamos las anteriores obras de Ohba, Death Note y Bakuman, son protagonizas por un personaje masculino que ve la vida de una forma un tanto negativa: Light pensando que hay demasiada escoria, y Mashiro porque le exigen algo que ni siquiera él conoce o desea conocer. Pero en esta ocasión se nos presenta un personaje en el borde de la desesperación, una persona que decide acabar con su vida por no encontrar la felicidad deseada. Sí, sigue la continuidad de los protagonistas de Ohba, pero va un paso más allá; en esta ocasión el personaje no debate sobre el bien o el mal, sobre su futuro o lo que los demás o la sociedad esperan de él, tampoco filosofa; simplemente toma una rotunda e irrevocable decisión y la lleva a cabo.¿Este comportamiento y actitud nos adelanta cómo se desarrollará la obra? La probabilidad de que leamos un manga lleno de planteamientos filosóficos sobre la vida y la muerte es bastante alta, rozando unos parámetros razonablemente aceptables. Y ahí entra otra pregunta: ¿La ausencia de una cantidad indecente de texto, tan característica de Ohba, nos auguria un manga centrado en temas no filosóficos, y una mayor notoriedad de la ilustración de Obata?
El desarrollo del cambio
El diálogo es esencial tanto como el dibujo en un cómic o tebeo, es menester que haya, al menos, un mínimo, pero el guionista que da la vida a Light Yagami no es conocedor de mínimos, más bien de máximos, aunque perfectamente desarrollados, enlazados y ligeros. En las nueve páginas que se nos presenta este escueto prólogo, leemos poco, apenas nuestros ojos se posan sobre una decena de líneas.En Death Note el inicio es liviano, contiene texto, pero no nos atosiga como sí lo hace en capítulos posteriores, o incluso en páginas consiguientes a las nueve primeras; pero sí nos encontramos con más texto que en este inicio. ¿Y en Bakuman?
Tras la experiencia con Light, L y Near, la presencia de palabras atrapadas en bocadillos y cajitas es aumentada, hasta el punto de apenas dejar una única viñeta sin ellas. ¿Cómo afecta esto a Platinum End? ¿Esa tendencia a aumentar los diálogos y monólogos debería acentuarse? Como ya se ha comentado, no, en esta obra, por lo poquísimo que sabemos aún, el autor ha decidido dejar más peso en las ilustraciones, veremos si sigue así en la obra en sí.
Hablando del apartado artísico, ¿ha cambiado Obata su estilo con respecto a Death Note y Bakuman?
La trascendencia de la ilustración
Al igual que no podemos saber cómo serán los derroteros de Ohba con respecto al guión, en apenas nueve páginas, no podemos apreciar notoriamente si el dibujante japonés va a volver al estilo oscuro y superrealista de Death Note, se quedará con el más caricaturesco de Bakuman o tomará otro camino, el cual ya hemos apreciado en otras obras donde ha participado. Sabemos que Obata es conocido por su gran dibujo y cómo lo adapta a la obra, y en esta ocasión no parece que vaya a ser diferente.Nos topamos con una evolución en el dibujo apreciable para cualquier fan o recurrente en la lectura de sus mangas, pero a pesar de eso, tiene un perceptible toque a Bakuman, aunque detalles de superrealismo de Death Note. Al tratarse de una obra que, al perecer, y por lo que trata (un angel y un humano), será la antítesis de Death Note, ¿habrá querido Takeshi mezclar su estilo bakuniano con el superrealismo?
Platinum End ha creado muchas dudas con este prólogo, nos ha abiero el apetito, en efecto, ha dado pie a muchas teorías, también, pero no podemos asegurar nada hasta leer el primer capítulo. Hasta entonces esperamos que vuestras ganas de leer dicha obra no os hagan agonizar, nosotros no prometemos nada, pero sí prometemos que tendréis nuestras teorías acerca del primer capítulo en su día, y veremos si acertamos en lo dicho en esta entrada.
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